SOSTENIBILIDAD | 14.10.2025
Invertir con criterio(s)

Mauricio Manini
Más allá de la rentabilidad, los criterios ESG —ambientales, sociales y de gobernanza— sirven para medir el impacto de las inversiones en la sociedad y en el planeta. La experiencia de MAPFRE demuestra que sostenibilidad y crecimiento pueden avanzar de la mano.
Los criterios ESG (también llamados ASG) toman su nombre de las iniciales de Ambiental (en inglés, Environmental), Social y Gobernanza. En finanzas, suelen hacer referencia a inversiones que no solo evalúan el rendimiento económico, es decir, cuánto se ganará con ellos, sino que toman en cuenta otros factores como el cuidado del medio ambiente, la implicación con la sociedad o la gestión ética de las organizaciones.
Hace unos años se hablaba de las inversiones sostenibles como una tendencia, pero hoy en día son una exigencia de buena parte de los mercados y la sociedad. Por ello, en 2024, en la Unión Europea había 6,6 billones de euros en activos bajo gestión ESG, un 38 % del total de activos gestionados en la UE. Así lo señala el informe Potential economic impact of European sustainable finance del Parlamento Europeo.
«La UE ha logrado avances significativos en los últimos años, en particular con la adopción del plan de acción de finanzas sostenibles en 2018, la estrategia renovada para financiar la transición hacia una economía sostenible en 2021, y con una serie de propuestas legislativas», señalan desde el Parlamento Europeo. Así, países y empresas podrían avanzar hacia un desarrollo sostenible sin comprometer la prosperidad, aunque será necesaria más cooperación, armonización internacional y un marco adecuado.
Dos conceptos de la mano
¿Cómo se traducen las ideas de los criterios ESG a la realidad? En el caso de MAPFRE, nuestro actual Plan de Sostenibilidad 2024-2026 incluye compromisos exigentes y rotundos en materia social y ambiental, con servicios y productos alineados con ellos y con un gobierno corporativo que nos permite continuar avanzando en lo que entendemos que es la dirección correcta.
Así, tal como se explica en nuestro Informe anual consolidado de 2024, el 90,2 % de nuestra cartera de inversión ya está calificada con criterios ESG. Nuestro objetivo explícito es que en el año 2026 ese número ascienda al 95 %, de manera que el cliente tenga más información a la hora de invertir. Además, otra meta de MAPFRE es que el 50 % de los nuevos productos de ahorro e inversión sean sostenibles.
Actualmente, el 90,2 % de la cartera de inversión de MAPFRE está calificada con criterios ESG y, para 2026, se busca que sea el 95 %
Pese a que a menudo se plantean el rendimiento económico y el cuidado del medio ambiente como conceptos opuestos entre sí, en MAPFRE consideramos que ambos deben ir de la mano. Por eso en varias ocasiones hemos hecho hincapié en un compromiso con una economía baja en carbono y con un desarrollo sostenible, así como en la importancia de la gestión, prevención y reducción de riesgos.
En palabras de Antonio Huertas, presidente de MAPFRE, «nuestro compromiso medioambiental es ir elevando la exigencia en sostenibilidad de una manera firme y progresiva, acompañando a la sociedad en una transición energética justa con fuerte vocación social, es decir, que permita ayudar y acompañar a las empresas a que se transformen y puedan seguir creando riqueza, de una manera cada vez más sostenible y respetuosa con el medio ambiente».
Otro ejemplo del compromiso de MAPFRE es que desde 2017 estamos presentes en el capital de la gestora de activos francesa La Financière Responsable (LFR), y en 2023 aumentamos nuestra participación hasta alcanzar el 51 %. Se trata de una firma especializada en la inversión socialmente responsable: para la selección final de los valores que formarán parte de su cartera se parte de un cuestionario con 140 variables y un universo de 650 valores cotizados en mercados europeos.
Además, LFR es una de las pocas gestoras europeas que cuenta con la exigente etiqueta francesa Label ISR, y sus fondos son reconocidos como artículo 9 de impacto social. Este vínculo con LFR aporta a MAPFRE un grado de especialización que, junto con los equipos de inversión del Grupo, nos permite ofrecer a nuestros clientes todas las soluciones posibles en el ámbito de la inversión y el ahorro.
Una mirada de los ESG hacia el futuro
¿Pueden ir de la mano el crecimiento económico y el desarrollo sostenible? Esa ha sido una crítica o cuestionamiento recurrente a los fondos ESG, como si fueran menos ventajosos que otras inversiones. Sin embargo, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Nueva York (NYU), una mayoría de estudios académicos encuentran que los ESG tiene un impacto positivo sobre el rendimiento financiero.
Según una metarrevisión del NYU Stern Center for Sustainable Business y Rockefeller Asset Management de más de 1.100 artículos, el 58 % de los estudios corporativos reportan una relación positiva entre desempeño ESG y desempeño financiero. Otro 21 % de los estudios da resultados mixtos, un 13 % presentan efectos neutros y solo 8 % reporta efectos negativos. Esto fortalece la idea de que, globalmente, los criterios ESG no perjudican el rendimiento, sino que frecuentemente lo mejoran.
Lejos de ser una moda pasajera, los criterios ESG han ganado cada vez más peso para los inversores, un peso que crecerá con el paso del tiempo. Al menos así lo considera Bloomberg Intelligence en un artículo publicado a finales del verano de 2025, según el cual cerca del 85 % de 252 profesionales encuestados creen que el volumen de activos ligados a criterios ESG aumentará durante los próximos dos años.
El dato resulta llamativo debido a que actualmente existen numerosos cuestionamientos contra estas inversiones: por ejemplo, el actual gobierno estadounidense de Donald Trump muestra una visión más favorable hacia las energías fósiles que hacia las renovables. Sin embargo, muchos de los encuestados por Bloomberg señalaron a los ESG como un interés a largo plazo, en particular en temas como clima y transición energética.
Aunque los criterios ESG no están libres de críticas, muchos profesionales los destacan porque ayudan a decidir una inversión de manera más informada
«Al ser consultados sobre los beneficios a largo plazo de implementar criterios ESG, los inversores destacaron múltiples factores: una mejor comprensión de las industrias y las empresas, una toma de decisiones de inversión más informada y mejores retornos ajustados por riesgo», se lee en el informe de Bloomberg Intelligence.
En suma, se puede afirmar que este tipo de inversiones que contribuyen a la descarbonización, a la inclusión social y a la transparencia han pasado a desempeñar un papel clave en los mercados actuales y futuros. Las empresas también pueden integrar esto en su estrategia de inversión: así lo demuestra el compromiso de MAPFRE.
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