SOSTENIBILIDAD | 06.08.2025
Educación financiera para la inclusión: una herramienta que cierra brechas

Mauricio Manini
La falta de saber financiero es un obstáculo para varios sectores vulnerables, ya que, sin ella, se hace más difícil tomar mejores decisiones económicas. Sin embargo, gobiernos y empresas han asumido el desafío y trabajan para revertir esa situación.
La educación financiera, entendida a nivel general como aprender a manejar el dinero de forma inteligente, ha tenido un papel más relevante en los últimos años. Según datos de la OCDE, en 2011 solo 26 gobiernos habían propuesto programas nacionales sobre ella (incluyendo a España con su plan Finanzas para Todos), mientras que en 2015 ese número aumentó a 59. Si bien ha sumado adeptos, aún queda un largo camino por recorrer.
Más allá de vincularla a números fríos, la educación financiera representa una gran oportunidad para ayudar a cerrar brechas, de manera que todas las personas puedan aprovecharla para tomar mejores decisiones. Tal como indica el Banco Mundial «quienes poseen cuentas formales pueden almacenar, enviar y recibir dinero, lo que les permite invertir en salud, educación y negocios».
Según el Global Findex 2021 del Banco Mundial, un 24 % de la población adulta mundial (cerca de 1.400 millones de personas) no está bancarizada. Esto sucede, principalmente, en personas que residen en economías en desarrollo, en mujeres, personas en situación de pobreza y desempleados.
Según el Banco Mundial, un 24 % de la población adulta mundial no está bancarizada. Se busca empoderar y facilitar su inclusión
Otro grupo relevante son los jóvenes. Según un análisis de PISA publicado en 2024 titulado Qué tan inteligentes financieramente son los jóvenes, el 18 % de los estudiantes entrevistados (casi 1 de cada 5) no tenía conocimientos básicos de educación financiera. Eso significa que «no pueden aplicar lo que saben a situaciones reales que involucren problemas y decisiones financieras».
En paralelo, las personas mayores de 60 también enfrentan dificultades. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud ha planteado que el 6,8 % de los adultos mayores ha sufrido abusos financieros, con consecuencias que pueden llegar a la «devastación financiera». Estos actos van desde el uso ilegal del dinero por parte de otra persona, hasta estafas y fraudes financieros. Además, como señala la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor, el abuso financiero puede causar daño emocional, depresión o ansiedad, mala salud física y soledad, entre otras posibles consecuencias.
De una punta a la otra: cómo incluir a distintas edades
Según comenta Ana Puente Pérez, responsable de Finanzas Sostenibles y Digitales en el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España, en el pódcast Economics Café de MAPFRE, la educación financiera es un tema con una importancia cada vez mayor. Ella destaca dos vertientes para entenderla: por un lado, como un escudo o una protección contra eventos desafortunados (como un intento de fraude); y, por el otro, como la posibilidad de desarrollar nuestro proyecto de vida o empresarial.
Según el Banco Mundial, un 24 % de la población adulta mundial no está bancarizada. Se busca empoderar y facilitar su inclusión
Para garantizar la inclusión de los jóvenes, según Puente Pérez, es importante el nexo público-privado con, por ejemplo, convenios educativos donde participen entidades financieras, oficinas gubernamentales y centros educativos, así como tener sitios web de consulta. En ese sentido, desde MAPFRE hemos desarrollado un programa en Tiktok dirigido específicamente a jóvenes, llamado #GRWMAPFRE: Aprendiendo de finanzas y seguros para acercar información útil de una forma dinámica y fácil de comprender.
En cuanto a las personas mayores, Puente Pérez considera que es clave abordar la brecha digital y compensar la creciente digitalización en la prestación de servicios financieros, acompañando a estos colectivos en la transición de la oficina física a la digital. Para la especialista, es importante que haya «un compromiso específico» con los mayores y ofrecer herramientas de educación financiera que respondan a sus necesidades.
Lograr un mejor futuro financiero
Dentro del Plan Estratégico de MAPFRE 2024-2026, especificamos que uno de los focos centrales de la compañía es «desarrollar políticas inclusivas, apoyar la educación financiera y promover una mayor accesibilidad al seguro». Es un compromiso que asumimos en el marco de una apuesta por la sostenibilidad, junto con el camino hacia una economía baja en carbono y el apoyo a una mejor gobernanza empresarial.
En ese sentido, desde el compromiso social de MAPFRE planteamos tres áreas educativas que nos ayuden a enfocar un mejor futuro. En primer lugar, «Tus ahorros y finanzas», para entender cómo administrar ingresos, gastos, ahorros e inversiones. La segunda área es «Cómo invertir tu dinero», para que el capital trabaje con el fin de buscar rendimientos, con una visión realista y objetivos determinados. La tercera es «Los seguros y tú», planteados como un medio para cubrir riesgos y contar con una red para recuperarse si algo malo sucede.
Además, y con la idea de que este conocimiento sea accesible a todas las personas, hemos puesto a disposición una web específica sobre Educación Financiera con vídeos, textos y pódcast, de manera que cualquier persona pueda aprender sobre el tema. Allí, especialistas hablan en un lenguaje sencillo sobre conceptos complejos como «interés compuesto» o «fondos de inversión», además de explicar el papel de las emociones al invertir, por mencionar algunos ejemplos.
También hay proyectos que se dan «cara a cara» y que ayudan a disminuir brechas. Según el Banco Mundial, en países en desarrollo hay menos mujeres con cuentas bancarias comparado a los hombres (68 % frente a 74 %). Por eso, en Guatemala hemos puesto en marcha el programa MAPFRE Mujer, un espacio para el encuentro, la cultura y el desarrollo femenino. El proyecto incluye charlas sobre temas como el emprendimiento, la educación financiera o los seguros, y busca garantizar que más mujeres tengan herramientas financieras y puedan mejorar su situación económica.
Mónica Zuleta, subdirectora general corporativa de Sostenibilidad de MAPFRE, sostiene que la educación financiera tiene como principal objetivo promover un sistema económico más igualitario, y cree que la palabra «inclusión» debe acompañar siempre este concepto. Así, más allá de la difusión, se realizan acciones en distintos países para poder llegar a comunidades de difícil acceso.
«En MAPFRE, somos conscientes de esta problemática y, entre otras muchas acciones que llevamos a cabo en términos de igualdad, tenemos un objetivo claro, que es conseguir que los segmentos más vulnerables adopten las herramientas necesarias para mejorar su situación financiera», ha afirmado Zuleta.
Otro ejemplo es nuestro proyecto MAPFRE na Favela, con su piloto en San Pablo (Brasil), gracias al cual ofrecemos microseguros a colectivos que normalmente no pueden acceder al sistema financiero, en parte a causa de la informalidad. Al enseñarles sobre distintas herramientas y facilitar el acceso, un abanico de posibilidades se abre a estos grupos, de manera que puedan planificar sus finanzas, contratar un seguro y que un accidente no implique la ruina económica.
Al poner en perspectiva las brechas sociales existentes en la actualidad y observar los resultados de los proyectos que se están realizando para reducirla, se puede ver cómo la educación financiera no solo implica un buen manejo de los números. Se trata, además, de un instrumento clave para reducir desigualdades y mejorar la calidad de vida de todas las personas.
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